Bueno, es que la tecnología LCD y la de plasma es distinta a la del tubo de rayos catódicos de toda la vida, y la mayor presencia de chips (junto con el marketing de consumo) hace que la duración no sea la misma. De hecho en los LCD la duración se hace por número de horas, y para un uso habitual en un hogar medio español, esa duración puede convertirse en unos cinco años. Así es que si le ha durado cuatro, suponiendo que no se ha "escoñado" ninguna cosa en particular, está cerca de la duración prevista.
Está claro que si sólo se enciende la tele un rato cada día, la duración se prolonga, y si está todo el día en marcha, pues lógicamente se acorta. Pero una previsión de cinco años es una previsión bastante ajustada a la realidad.
Si te compras una Loewe, por ejemplo, seguramente te durará bastante más y tendrás menos problemas, pero te gastarás lo mismo que cuestan cuatro televisores, con lo cual no sé si al final compensa.