I. Abril / A. Ruiz del Árbol - Madrid - 24/03/2009 - CincoDias.com
La tensión que se ha vivido los últimos años en el consejo de la operadora de cable Ono se va a materializar con un plante de los socios españoles contra los fondos de capital riesgo americanos.
Los representantes de Multitel, el primer accionista nacional, han presentado su dimisión, así que Eugenio Galdón y Tomás Fuertes, presidente del grupo dueño de El Pozo, abandonarán un consejo en el que llevan años, según han confirmado a este periódico varias fuentes cercanas a la operadora. Pero no se van solos. Matías Rodríguez Inciarte también ha enviado su carta de dimisión, según fuentes financieras, lo que supone la salida del órgano de gestión de Banco Santander. La cuarta carta de adiós ha sido enviada por el consejero independiente Diego del Alcázar, presidente de Vocento y cofundador del Instituto de Empresa.
Cuando se confirmen las dimisiones, el consejo de Ono se habrá quedado sin representantes del capital español. Sólo habrá un nacional, el presidente José María Castellano, que no es accionista, más los representantes de los fondos de inversión y capital riesgo americanos.
Y es que el objetivo de estos abandonos es plantarse contra la gestión de los fondos -Providence y GE, entre otros-, a los que acusan de buscar sólo una rápida venta con plusvalía y de implantar una política de recorte de gastos que se olvida de que una operadora debe crecer, según fuentes conocedoras de la situación. Los socios españoles, añaden estas fuentes, no quieren hacerse 'corresponsables' de sus decisiones.
Lo cierto es que los accionistas nacionales poco pueden hacer ante los fondos americanos, que poseen la mayoría del capital. La empresa de Galdón cuenta con el 21,4% y el Santander tiene un 4,4%, un porcentaje insuficiente para ganar frente a unos inversores extranjeros que tienen el 68,4%.
Otras fuentes, en cambio, aseguran que la salida de los accionistas españoles es el resultado de la destitución de Galdón como presidente de Ono y la instauración de una política distinta a la suya con la que se empiezan a conseguir resultados.
Ono rehusó ayer comentar esta información.
Las salidas efectivas de estos consejeros se producirán de forma escalonada, ya que algunas dimisiones las tiene que aprobar la junta y no sólo el consejo. Lo que no está decidido todavía es si los accionistas españoles nombrarán otros representantes de menor perfil para defender sus intereses en el consejo, aunque siempre cuentan con la posibilidad de ir a la junta. Todo apunta a que el Santander no hará un nuevo nombramiento, ya que fuentes conocedoras de la situación aseguran que la salida de Rodríguez Inciarte se debe a la disminución de la participación del banco y que ya en la fusión de Auna y Ono anunció que su permanencia sería temporal.
La tensión que se ha vivido los últimos años en el consejo de la operadora de cable Ono se va a materializar con un plante de los socios españoles contra los fondos de capital riesgo americanos.
Los representantes de Multitel, el primer accionista nacional, han presentado su dimisión, así que Eugenio Galdón y Tomás Fuertes, presidente del grupo dueño de El Pozo, abandonarán un consejo en el que llevan años, según han confirmado a este periódico varias fuentes cercanas a la operadora. Pero no se van solos. Matías Rodríguez Inciarte también ha enviado su carta de dimisión, según fuentes financieras, lo que supone la salida del órgano de gestión de Banco Santander. La cuarta carta de adiós ha sido enviada por el consejero independiente Diego del Alcázar, presidente de Vocento y cofundador del Instituto de Empresa.
Cuando se confirmen las dimisiones, el consejo de Ono se habrá quedado sin representantes del capital español. Sólo habrá un nacional, el presidente José María Castellano, que no es accionista, más los representantes de los fondos de inversión y capital riesgo americanos.
Y es que el objetivo de estos abandonos es plantarse contra la gestión de los fondos -Providence y GE, entre otros-, a los que acusan de buscar sólo una rápida venta con plusvalía y de implantar una política de recorte de gastos que se olvida de que una operadora debe crecer, según fuentes conocedoras de la situación. Los socios españoles, añaden estas fuentes, no quieren hacerse 'corresponsables' de sus decisiones.
Lo cierto es que los accionistas nacionales poco pueden hacer ante los fondos americanos, que poseen la mayoría del capital. La empresa de Galdón cuenta con el 21,4% y el Santander tiene un 4,4%, un porcentaje insuficiente para ganar frente a unos inversores extranjeros que tienen el 68,4%.
Otras fuentes, en cambio, aseguran que la salida de los accionistas españoles es el resultado de la destitución de Galdón como presidente de Ono y la instauración de una política distinta a la suya con la que se empiezan a conseguir resultados.
Ono rehusó ayer comentar esta información.
Las salidas efectivas de estos consejeros se producirán de forma escalonada, ya que algunas dimisiones las tiene que aprobar la junta y no sólo el consejo. Lo que no está decidido todavía es si los accionistas españoles nombrarán otros representantes de menor perfil para defender sus intereses en el consejo, aunque siempre cuentan con la posibilidad de ir a la junta. Todo apunta a que el Santander no hará un nuevo nombramiento, ya que fuentes conocedoras de la situación aseguran que la salida de Rodríguez Inciarte se debe a la disminución de la participación del banco y que ya en la fusión de Auna y Ono anunció que su permanencia sería temporal.