Extraido de abc.es

Los estudiantes de la prestigiosa Universidad de Oxford no pueden escuchar su música favorita si deciden hacerlo con el programa Spotify, ya que su uso ha sido restringido. El argumento del centro es que el uso de tecnología P2P exige mucho ancho de banda y, mientras, los estudiantes han puesto el grito en el cielo.

La distribución digital es el futuro del consumo de música, que tiene dos vías posibles: la escucha en tiempo real (también llamado streaming) o la descarga para dispositivos. Mientras que en el segundo modelo el iTunes de Apple es el líder indiscutible, en el primero están cobrando peso varios programas y Spotify es uno de ellos.

La aplicación es legal y permite escuchar música de forma gratuita a cambio de anuncios cada cierto tiempo o sin publicidad mediante una pequeña cuota.

Los alumnos de Oxford no pueden utilizar desde hace unos días este sistema de reproducción de música debido a que los servicios informáticos han cortado su acceso, alegando que las redes P2P -tecnología que emplea Spotify- exigen una gran ancho de banda. Los gritos y lamentos no tardaron en llegar.

«Nunca habría imaginado que iba contra las reglas»

«Me chocó mucho cuando me di cuenta de que era una prohibición total», dijo Fiola Holyoak, una estudiante de primer curso, al periódico Cherwell. Por su parte, un chico de segundo anónimo consideró que es «una discriminación a los amantes de la música... Esperaba que fuera un fallo técnico, y que la universidad pudiera arreglarlo. Nunca habría imaginado que iba contra las reglas».

Algunos alumnos ponen en duda que el sistema consuma tanto ancho de banda como dice Oxford y denuncian que aún en algunas facultades se puede seguir utilizando. «Muchos de mis amigos aún usan Spotify, y para ser sincero no veo nada malo en ello; no es como si cada persona lo usara cada hora del día», denunció otro estudiante.

Tampoco faltan los alumnos que protestan por la restricción debido a que interfiere en sus estudios. Es el caso de un matriculado de primer año en música, que defiende que lo usa «muchísimo» con fines académicos. «Se trata de la selección más completa de música clásica en un solo lugar», protestó.